Quizás
Dios creó
un núcleo desde donde partí,
un mundo gigante
lleno de sonidos de fuego,
y salí, y salí sin conocer
a dónde llegaría.
Volaba lejos,
por cielos que por alguna causa
forman parte de mis sueños,
sin pasado ni futuro
porque ignorando
de dónde venimos,
no sabemos a dónde iremos.
Y percibí que no se puede
nacer en cualquier parte,
ni de cualquier cosa,
ni porque sí,
y en un mundo,
en cualquier mundo,
siempre se nace
con unas características
e identidad genéticas,
asido a algún cordón umbilical.

No hay comentarios:
Publicar un comentario