La forma en que me ocurrió me impactó. De hecho nunca olvidé ese golpe.
Personalmente siempre he tenido una consigna y un objetivo.
No soy un cualquiera que se arrastra a la incertidumbre del futuro.
Nunca aceptaré lo que otras personas han diseñado para mí.
El guion social dicta, que la única solución a vivir mi vida, es en compromiso con una mujer.
Eso significa que alguien ajeno, me puede meter en líos.
Que las personas que me obligan a aceptar el guion social me van a colmar de compromisos.
Eso nunca lo quise para mí. Me importa una mierda el rango social.
Me importa una mierda la amante que quiera adueñarse de mí.
Nadie tiene por qué saber con quién me lío ni quién será mi próxima amante.
¿Por qué narices una mujer tiene que saber con quién lo hago, a qué hora me acuesto y a qué hora me levanto?.
Eso no representa ningún bien para mí.
• Tener una pareja por obligación, adquirir una hipoteca que me liga a esa pareja.
• Tener un trabajo cuyo dinero se lo va a quedar esa mujer.
• Vivir en una casa donde no quiero vivir pagada con mi dinero.
• Convivir con familiares que no quise y me van a crear problemas.
• Tener que levantarme en formato fijo
para ir a trabajar.
Parece que esté jugando con una máquina tragaperras.
Consumirá mi vida robándome sin poder disfrutar mi riqueza.
Me hará pagar impuestos para mantener a los putos políticos y sus prostitutas.
Me robarán derechos pero quien más me robará será quien me prometió amor.
Y pudiendo estar en una playa, tendido al sol todo el santo día...
¿Por qué tengo que aceptar que el guion que me impongan?.
Os aseguro que me han hecho sufrir muchísimo.
No tengo palabras para expresar lo mucho que odio a la gente amargada dándome lecciones.
He pasado toda mi vida en el ostracismo, sin nadie que me diera trabajo.
Las oportunidades y las más grandes oportunidades, la guardaban para otros.
Los grandes defensores de la sociedad de parejas, que se montan unas encima de otras sin gozo.
Hartos de lidiar unos con otros llenan el mundo de amargura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario